Es mi espacialidad efímera colocada en imágenes hechas con palabras suprimidas.

lunes, marzo 20, 2006

Quizá hace cuanto convivo







Mientras duermo,
los artefactos
se llenan de polvo.


Parece

que las miradas

de mis peluches

se detuvieran

en mi.

Distraigo
los alaridos
de mi boca
con la flor
solitaria
bajo
el pitusporum.

Restriego
los azulejos
hasta que parezcan
lo que tienen en frente.

Reflejar -palabra
usada hasta el colmo,
es una consigna-
me digo:

debo recrear todo
dos veces,
aunque los objetos
estén más cerca
de lo que creemos.

El tambor rosado
siempre
deleita
me vuelve
fuerte
requiere esfuerzo
retenerlo,
puede
traer resonancias

y ni siquiera

sospecharse su sonido

ron ron.

La casa de lo que escucha

resuena,

y constantemente

sobre sí misma

reverbera,

y así todo

me aquieta

me admira.

4 comentarios:

indemne dijo...

Lo leí en voz alta y se siente rudo (esto es bueno, por lo menos para mí), por culpa de esos versos con una sola palabra.
Me gusta
hablar
así
quizás lo
ponga
en práctica
al
gu
na
v
e
z

Te mando
un millón de
be
so
s


ya, no creas que me burlo, no haría eso.

Gabriela dijo...

Aunque traté de darle sentido... en realidad si es rudo,
pero podría ser más expresivo

Anónimo dijo...

Puedes confiar en mí.

Mamutita dijo...

ipnauj,los objetos deben poseer algo de nosotros, me da siempre esa impresión, me declaro cosista, me duele el estómago cuando pierdo algo que sienta muy definitorio, es como sentir que yo me había refugiado en algun pedazo de lata, lana, materia, etc.aunque luego vuelva a las personas y eso es más difícil, más atemorizante.