Principios

“Cuando muera quiero que me recortes en forma de estrella...

He descubierto que desapegándome de las personas, me he vuelto más amable con ellas, he inclusive he conversado con extraños más de lo estrictamente necesario, también le es he ayudado en sus tareas, incumbiéndome en áreas que me parecen hasta sorprendentes, una vez una ex amiga me dijo que “todas las personas eran interesantes, que todos tenían algo bueno para ser conocido de ellas”, ahora que ha pasado mucho tiempo, desde esa conversación en el metro, y de la última vez que la vi en un bar bebiendo tragos para adultos-jóvenes, seguramente acompañada de esa clase de personas que uno nunca quiso conocer, pero que por la mera utilización, uno termina haciéndose amigo(a) de ellas.
Su frasecita me ha hecho confirmar la declaración de principios que estoy configurando, es que quizá hasta las personas debo tomarlas como cosas, es decir si de verdad, todos merecen que uno pueda conocerlos entonces, si creo en eso, no importa quién sea, no hay diferencias, quizá la calidad algunas veces va a ser distinta, como la rapidez de un PC, obvio, no pasará más allá de eso la importancia concedida a estos matices.
Es que luego de la infidelidad, y además, de la mentira esbozada en torno al daño, por la creencia de haber sido traicionado, la verdad es que mi nueva postura se hace comprensible, y cada vez hay más elementos que demuestran la certeza de esta nueva actitud, es increíblemente agradable sentirse sin la sospecha de que verdaderamente me puede afectar lo que haga o no quien conozca, porque la el acto de arrepentirse ya no existe para mi, porque cualquier relación establecida como implicación, va a ser a mi pesar, va a quedar fuera de mi dominio. Por ello establezco que:
1.- No creo en los lazos inmanentes
2.- Las emociones serán mi especialidad
3.- Considero a los sentimientos en extinción
4.- Pondré mayor atención al vino que a las conversaciones
y por último:
5.- Yo ya no me involucro, y por eso no creo, evitar sufrir...