Es mi espacialidad efímera colocada en imágenes hechas con palabras suprimidas.

martes, diciembre 20, 2005

Yo quiero creer que hay algo por lo que celebrar

Luego de la cerveza, el jugo natural y el café con "malicia" bebí cola de mono, y no es raro en esta época de tanta celebración por nada, o quizás por el simple hecho de tener un carnaval para descargar las malas conjeturas acerca de lo sucedido durante el año o sobre uno mismo, a lo mejor es necesario para que aquellas sensaciones no se junten atochando el disfrute de las lindas y benditas caídas a las dunas, de las observaciones desde un mirador al mar, o de la noche que hace mover rápidamente a los astros mientras veo fumar a mi madre, de quién ese rol sólo recuerdo por lo conmovedor que me parece.
Ayer recibí como es una costumbre repetible año a año hacia mi, un mal regalo, dado por el clásico amigo secreto, aquello fue una figura de una africana con un plato en la cabeza de yeso simulando loza, la cual casi dejo olvidada en el cyber donde acostumbro a conectarme, pero que no hice por temor a que me la devolvieran cuando viniera denuevo.
Es que en cierta medida me da pena recibir este tipo de objetos, porque son de un valor inexorablemente maldito, me hacen tomar conciencia sobre la poca capacidad para acercarme a los demás que he guardado como talón de aquiles durante el resto del año, y que reluce con especial nitidez en esta época. Lo cual ha terminado por provocar sensaciones inverosímiles en mi, como son el deseo irrefrenable de participar en cualquier celebración para sacarme la rabia de la poca preocupación de los demás, siendo que por lo menos yo pregunté por el gusto futbolero de a quién le hice el correspondiente presente, aunque sabía que no tenía necesidad alguna de saber aquello, es que tal vez sirvió para juntar más rabia, más reproches por los esfuerzos en vano realizados...

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