Estos días me han hecho considerar la idea de dejar de confiar en las personas, y comenzar a abrazarme a los objetos, pero con una fuerza incalculable, hasta dejarlos marcados por mis
mellas de años acumulados, o sea he comenzado a temer más de la cuenta, siendo que tantas veces he tenido esa sensación de asomarme y dejar caer mi cuerpo a los abismos más extraños que había pensado visitar.
Eso inclusive, lo han notado cercanos, me lo han sacado en cara inclusive cuando se enojan conmigo, me equivoqué, pienso en el tratamiento que le di a la invulnerabilidad, se me hace difícil de llevar ahora, se ha vuelto complicada y angustiosa, en vez de dibujar sonrisas en mi semblante ha comenzado a arrugarme sin que el proceso tenga vuelta atrás, tengo el ceño fruncido y marcado patéticamente.
¿La adolescencia me habrá abandonado?, serán las sensaciones dadas por ruidos de un refrigerador o el crujir de un televisor apagado las que acompañarán el resto de los días que quedan al abandono de las personas.
Pero, me piso la cola cuando vuelvo a sentir...
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1 comentario:
Interesante el blog!, me gustó, saludos,
JD
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